Un
hombre se fue a cortar el cabello y la barba. Como suele suceder,
él y el barbero se pusieron a conversar sobre diversos asuntos
hasta que - comentando una noticia del diario sobre niños
abandonados y maltratados- el barbero afirmó:
- Como usted podrá ver, esta tragedia demuestra que Dios y
los ángeles no existen.
- ¿Cómo?
- ¿Es que no lee los diarios? Hay tanta gente sufriendo, criaturas
abandonadas, crímenes de toda clase. Si Dios y los ángeles
existieran, no habría sufrimiento.
El cliente se quedó pensando, pero el corte estaba casi finalizado
y decidió no prolongar la conversación. Volvieron a
discutir sobre temas más amenos y una vez terminado el servicio,
el cliente pagó y salió.
Entretanto, la primera cosa que vio al salir fue un mendigo, con barba
de muchos días y largos cabellos desgreñados. Inmediatamente
regresó a la barbería y dijo a quien lo había
atendido:
-
¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
- ¡Cómo que no existen! Yo estoy aquí, y soy barbero.
- ¡No existen!- insistió el hombre. - Porque si existieran,
no habría personas con una barba tan grande y un cabello tan
desgreñado como el que acabo de ver en la esquina.
- Puedo asegurarle que los barberos existen. Lo que sucede es que
ese hombre nunca vino hasta aquí.
-
¡Exactamente! Entonces, para responder a su pregunta, Dios y
sus Ángeles también existen. Lo que sucede es que las
personas no van hacia Él. Si lo buscaran, serían más
solidarios, y no habría tanta miseria en el mundo
Anamaría
Aroha de URIEL
01.01.1999-2010