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Entrevista por Llorens Capellá-II |
DECLARACIONES DE Anamaría Aroha
ACLARACIÓN A ALGUNAS DE LAS RESPUESTAS ESCRITAS EN LA ENTREVISTA REALIZADA POR LLORENÇ CAPELLÀ EN ESTE SEMANARIO “BRISAS” NÚMERO 782 DEL 13 DE ABRIL DEL 2002
Continua la entrevista
Anamaría Aroha: SI TODOS RESPETÁSEMOS LOS PENSAMIENTOS E IDEAS DE LOS DEMÁS, SE ACABARÍAN LAS GUERRAS Y LOS PROBLEMAS EN LAS FAMILIAS. VIVIRÍAMOS EN PAZ.
Fíjate que: LA PAZ ES POSIBLE
LA FELICIDAD ES POSIBLE
EL AMOR EXISTE
CON EL RESPETO SE CONSIGUE TODO ESTO
OMISIÓN DE LA ENTREVISTA: Más tarde, fué. Publicado en "Cartas al director" del periódico "Última Hora de Baleares"
En la entrevista Llorenç y yo, hablamos de Aroha, y AROHA es amar incondicionalmente. Por motivos de espacio no se puso y ahora tengo la oportunidad de desarrollar su significado.
Aroha es una palabra desconocida en nuestra sociedad, su significado y su energía son diferentes al amor que normalmente damos y recibimos.
Aroha es:
El amor incondicional que procede de la presencia y del aliento del Creador.
Aroha es un importante concepto referente a la supervivencia y a la verdadera fuerza
- Es una cualidad esencial para la supervivencia y el bienestar completo de la comunidad mundial.
- Es un pilar de vida que viene del Padre
- Aroha no es algo de lo que hablar, sólo tiene sentido cuando se pone en práctica.
- «Amor incondicional que procede del aliento del Creador.»
- He conocido el Aroha y lo he dado. Cuando lo siento lo sé.
- A menudo, en los lugares donde se habla del amor incondicional, no lo siento.
- Quizá si está sucediendo no tenemos que hablar de él. No quiero hablar de él aquí sé que el planeta necesita Aroha.
- No puedo hacer que suceda el Aroha. Puedo estar receptivo a él y buscar en mi interior los bloqueos que me impiden darlo y recibirlo.
Anamaría Aroha.- Tenga en cuenta que en este planeta, los humanos, sólo tenernos una obligación, la de ser felices. Vivimos donde elegimos, nos rodeamos de personas que necesitamos para aprender y resolver vivencias incompletas de otros momentos, su vida está elegida y decidida por usted, eligió la hora, el día, el mes, el año y el lugar en donde quería nacer. Incluso eligió los padres y los apellidos que deseaba llevar. Los apellidos, que parecen algo tan circunstancial, nos ayudan a redondear la personalidad.
Llorenç Capella.‑ ¿Me está diciendo que yo, por ejemplo, decidí libremente ser feo, pobre y mallorquín?
A.A.‑ Por supuesto. Usted, cuando estaba en otra dimensión era energía, decidió que en su nueva vida no quería ser un dandy, tal vez porque lo había sido en una anterior. Entonces apostó por ser escritor y eligió a sus padres y un lugar con una energía especial, Mallorca. Analícelo detenidamente y comprobará que llevo razón.
L.C.‑ Dígame, Anamaría ¿cómo se las arregló para contactar con los ÁNGELES?
A.A.‑ No hice nada especial, URIEL, EL ANGEL DE LA LUZ se aproximó a mí. Fue así de fácil. Me sugirió que empleara los medios de comunicación para promocionar la existencia de los ÁNGELES y yo me reí. Sin embargo, tres días después, llegó a mi despacho una clienta que quería que le montara una sociedad. Lo hice, y al despedirnos me comentó que tenía un periódico y me lo ofrecía para escribir lo que quisiera. Yo le pregunté: ¿quiere que escriba sobre los ÁNGELES? Y ella me respondió: ¡qué ocurrencia más bonita!
L.C.‑ ¿Puede decirme de quién se trataba y a qué periódico se refería?
A.A.‑ ¿Por qué no? Ella se llama Francisca Adrover y dirige el periódico "Buenas Noticias". A partir de ahí y de otras casualidades, que puedo calificar de milagrosas, mi contacto con los ÁNGELES fue aumentando, Y pocos días después me ofrecieron realizar un programa de radio en una emisora local al cual le pus de nombre “Consulta a los ÁNGELES”. Desde entonces dialogo constantemente con ellos.
L.C.‑ ¿Y me dirá que ello no ha influido negativamente en sus relaciones familiares?
A.A.‑ Se lo digo y ¡ojalá estuvieran aquí mi esposo y mis hijos para confirmárselo! Antes de mi contacto con los ÁNGELES, yo era una persona estresada, impaciente, etc. En cambio ahora soy feliz, estoy más tiempo en paz conmigo misma y, en consecuencia, mi buen estado de ánimo repercute en el ambiente familiar. Me siento libre ¿comprende? Soy tan libre como un pájaro, aunque a la vista está que la mayoría de los seres humanos no siente el regalo inmenso de esta libertad que supone el goce de la vida. La pena es que sin darnos cuenta, de una forma inconsciente, cada uno de nosotros fabrica los barrotes de nuestra propia cárcel.
L.C.‑ Esto que me está diciendo, amiga mía, responde a un sentimiento de derechas.
A.A.‑ ¿Por qué?
L.C.‑ Digamos porque ha llegado el momento de recurrir a Ortega. Recuerde: yo soy yo y mis circunstancias.
A.A.‑ ¿Qué quiere decir?
L.C.‑ Que la persona se ve influenciada y coaccionada por el entorno social.
A.A.‑ Le entiendo. Pues mire, como frase queda bien, pero le insisto en que cada persona tiene capacidad de modificar su circunstancia. Sea usted valiente y comprobará cómo se doblan los barrotes que le limitan su libertad, solo necesita voluntad y deseo de hacerlo, los ángeles están esperando acercarse y ayudarle a conseguirlo..
L.C.‑ ¿Seguro?
A.A.‑ Seguro.
L.C.‑ Me cuesta creerle.
A.A.‑ Para las personas que se sienten víctimas, Dios es un castigador. Para las que se esfuerzan por estar alegres, Dios es felicidad. Quiero decirle que nosotros elegimos nuestro estado de ánimo. Le hablo de mí: si fuera por las noticias del telediario o por las primeras páginas de los periódicos, estaría con el ánimo por los suelos. En cambio, no me dejo arrastrar por el pesimismo colectivo porque a través de mi diálogo con los ÁNGELES he comprendido que debo abonarme a la compasión activa.
L.C.‑ Me pierdo, Anamaría.
A.A.‑ Se lo explico. Si yo estoy en Mallorca y no en Afganistán, por ejemplo ¿de qué servirá que yo no disfrute de la vida porque los afganos no la disfrutan?
De nada. Y dígame ¿quién disfrutará de la parcela de felicidad que yo he desechado?
L.C.‑ La verdad es que no sé qué responderle.
A.A.‑ Voy a decírselo: nadie. Y si lo hiciera, si la dilapidara, cometería un acto de irresponsabilidad total. Por otra parte ¿cómo me atrevo, yo, a calificar de infelicidad el estado anímico de los afganos si desconozco aquellas pequeñas cosas que les motivan? En el mundo capitalista tenemos un concepto excesivamente materialista de la felicidad ¿no lo cree así?
L.C.‑ Claro, es evidente.
A.A.‑ Escuche a los ÁNGELES. La mayoría de la gente ni les escucha ni cree en ellos, de ahí que lo que no tiene lógica sea una tontería. Y conste que no culpo a nadie de falta de sensibilidad. Yo he necesitado convertirme en una persona intelectualmente madura para aceptar el diálogo que me ofrecían.
L.C.‑ Ya lo ha hecho. A partir de ahora ¿a dónde va?
A.A.‑ Me propongo descubrir quién soy. Yo presiento que Dios es todo: un cuerpo en el que caben todos los seres y todos los universos.
L.C.‑ Centrémonos en los seres. ¿Qué somos los seres?
A.A.‑ Ya se lo he dicho: una parte de Dios. Fíjese en usted mismo. Su ADN se halla presente en todas las células de su cuerpo, y todas sus células se llaman Llorenc.
L.C.‑ Es una forma de decirme que yo formo un único cuerpo.
A.A.‑ Eso es. Entonces, si usted y yo somos parte de Dios, hemos de llegar a la conclusión de que somos Dios.
L.C.‑ No sé usted, pero yo le aseguro humildemente que no llego a tanto.
A.A.‑ Sí que llega. Todo el mundo llega. Los humanos somos chispas divinas que nos hemos desprendido de él. Si somos como somos, es porque él quiere experimentar con lo que ha creado.
L.C.‑ ¿Y la muerte, nos sobreviene cuando nos abandona?
A.A.‑ No,. Él jamás nos abandona. Sólo dejamos en este mundo un cuerpo que es algo muy parecido a la carrocería de un coche. Nuestro espíritu o Alma son eternos, no muere nunca.
Al llegar la cuarentena, Anamaría Aroha descubrió que era posible dialogar con los ÁNGELES. Desde entonces no ha dejado de hacerlo y ha aprendido un montón de cosas sobre ellos y sobre nosotros. A partir del axioma de que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma, se ha convencido de que la reencarnación no sólo es posible, sino que entra en la más pura lógica de¡ conocimiento de la naturaleza. Nosotros, los humanos, somos energía, solo eso. Todo lo demás ‑los aconteceres de la vida‑ será un sueño.o un juego, como dice Anamaría.
Ella habla con todos los ÁNGELES. Los que tiene a su lado y los que andan por ahí a lo suyo, como el del viento o el de la prosperidad. Incluso los hay con un quehacer más modesto, como el del aparcamiento. Anamaría habla con él cuando quiere hallar un espacio en la vía pública para aparcar su coche y, normalmente, se lo halla, Es ésta, la de Anamaría, una manera de humanizar el día a día, por lo común excesivamente agresivo. Y de superar los miedos que provocan la propia pequeñez. Rafael Alberti, en "De sobre los ÁNGELES" lo expresa en estos versos: "ÁNGEL de luz, ardiendo ¡OH, ven!, y con tu espada/ incendia los abismos donde yace/ mi subterránea energía de las nieblas".
Los ÁNGELES le han informado a Anamaría sobre los muertos. Al morir, Ellos, los ÁNGELES, nos recogen para guiarnos hasta el astral, y aquí y allá hay columnas de luz indicándonos el camino. Aún así, no todos los espíritus llegan a su destino. Los hay que se muestran reacios a dejar este mundo. Otros, como los de los suicidas, permanecen esclavos de aquella muerte que se han dado, y precisan de que alguien, en sueños les transmita energía para seguir su viaje hacia arriba. Luego, están las almas perdidas, las que se meten en el cuerpo de un ser vivo y le cambian la personalidad. A partir de ahí, según Anamaría, ya podríamos hablar de fantasmas.
Entre estas almas perdidas abundan las ignorantes o malignas, que se han quedado en la Tierra para hacer el mal. Es el caso de estos asesinatos inexplicables que, de tarde en tarde, sacuden a la opinión pública por su crueldad. Una madre que asesina a los hijos o unos niños que matan a otro. Para tratar a estos criminales ‑que han sido poseídos‑ existen los exorcistas. «¿Dónde encontrarles?", le pregunto a Anamaría. "Dialoga con los Ángeles ‑me dice‑, Ellos te lo indicarán". Su fe en los ÁNGELES no tiene límites. Tiene sus motivos. "Ellos me han enseñado a ser feliz", concluye. BRISAS 13/04/02