EL EGO-PERSONALIDAD-CUERPO-MATERIA

 

 

v     La existencia del ego, depende de la mente, porque el ego es una creación de la mente

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v     . El ego no es más que una confusión con respecto a tu identidad

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v     No le tengas miedo al ego.

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v     El ego,  depende de tu mente, y tal como lo inventaste creyendo en él, puedes así mismo desvanecerlo dejando de creer en él

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v     Cuanto más aprendas del ego más te darás cuenta de que no se puede creer en él.

 

v     El ego está seguro de que el amor es peligroso, y ésta es siempre su enseñanza principal. Nunca lo expresa de ese modo. Al contrario, todo el que cree que el ego es la salvación parece estar profundamente inmerso en la búsqueda del amor.

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v     El ego sin embargo, aunque alienta con gran insistencia la búsqueda del amor, pone una condición: que no se encuentre.

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v     Sus dictados, por lo tanto, pueden resumirse simplemente de esta manera: "Busca pero no halles". Esta es la única promesa que el ego te hace y la única que cumplirá.

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v     La búsqueda que el ego emprende está por lo tanto, condenada al fracaso.

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v     El ego te enseña que él es tu identidad, su consejo te embarcará en una jornada que siempre acaba en una percepción de auto-derrota.

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v     El ego es incapaz de amar, y, en su frenética búsqueda de amor, anda en pos de lo que teme encontrar

 

¿Cómo podemos librarnos del ego?

 

 

v     Librarse uno de la culpabilidad es lo que deshace completamente al ego.

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v     No hagas de nadie un ser temible, pues su culpabilidad es la tuya, y al obedecer las severas órdenes del ego, atraerás su condena sobre ti mismo y no podrás escapar del castigo que él inflinge a los que las desobedecen.

 

Al ego, no hay que atacarlo, hay que trascenderlo.

 

v     El ego premia la fidelidad con dolor, pues tener fe en él es dolor. Y la fe sólo se puede recompensar en función de la creencia en la que se depositó

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v     Tú no crees que el Hijo de Dios es inocente porque ves el pasado, pero no lo ves a él. Con igual facilidad podías haberlo liberado del pasado y haber eliminado de su mente la nube de culpabilidad que lo encadena a él. Y en su libertad habrías encontrado la tuya

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v      Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan desaparecido, sabrás que eres eterno.

 

 

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 Anamaría  Aroha de URIEL

   01.01.1999-2010